Retrocrónica: Super Bowl XI, el día que Raiders logró hacer historia.
- Mi pequeño mundo
- 17 may 2020
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Era un 9 de enero de 1977, todos los fanáticos del fútbol americano estaban listos para presenciar el juego de campeonato entre los Raiders de Oakland contra los Vikingos de Minnesota; el cual se jugaría en el estadio Rose Bowl (Pasadena, California).
Esta era la segunda ocasión en la cual los “malosos de Oakland” llegaban a un super tazón, mientras que los Vikingos ya estaban a punto de disputar su cuarta aparición en este evento.
Los Vikingos empezaron con la posesión del balón, sin embargo, en su primer drive (intento de la ofensiva de anotar puntos) no lograron obtener ningún punto, pues su pateador fallaba lo que podía ser los primeros tres puntos del juego. Más tarde en el mismo cuarto; los Vikingos tenían de nuevo la oportunidad de abrir el marcador gracias a su jugador Fred McNeill que bloqueó una patada de despeje que dejó a su ofensiva en la yarda tres de los Raiders, todo el público estaba emocionado, el estadio estaba lleno de gritos de alegría por parte de los fanáticos de Minnesota, sin embargo, todo explotó cuando en esa ofensiva de Minnesota el corredor Brent McClanahan perdió el balón en un acarreo; el cual fue recuperado por los Raiders, lo que logró que el primer cuarto acabara con un marcador de 0 a 0.
Empezaba el segundo cuarto del juego, los Raiders tenían la ofensiva en pie y lograron abrir el marcador con un gol de campo, poniendo así el marcador 3 a 0 favor Oakland, ahora era el turno de Vikingos de tomar la ofensiva, pero no lograban generar puntos a favor, por lo que tuvieron que despejar el balón.
Raiders con su ofensiva de nuevo dentro del campo logró agregarle seis puntos más al marcador aumentando su ventaja 10 a 0. Vikingos de nuevo tenía el balón en su poder para quitar el cero del marcador, sin embargo, no lo aprovechó y tuvo que regresarle de nuevo el balón a los Raiders. Los Vikingos tenían que empezar a parar a la ofensiva de su rival, pues el Lombardi se les estaba yendo de las manos, aunque lamentablemente para los fanáticos de Minnesota; Pete Banaszak (corredor de Oakland) agregó seis puntos más con un acarreo de una yarda, dejando así 16 a 0 el marcador, pues para la suerte de Vikingos el pateador de Raiders fallaba el punto extra, acabando así la primera mitad.
Algo que es muy conocido acerca del Super Bowl es el show de medio tiempo y esta vez a quien le tocaba presentarlo era la banda unificada “All City de Los Ángeles”; la cual presentaba “It’s a small world”.
Ya todo estaba listo para el comienzo de la segunda mitad la cual comenzó sin puntos durante un periodo de tiempo, pues nadie anotaba tras tres despejes consecutivos, sin embargo, en la siguiente posesión de Raiders lograron anotar un gol de campo, aumentando así su ventaja 19 a 0.
Después de muchos intentos durante todo el partido los Vikingos lograron quitar el cero del marcador con una anotación de Sammy White haciendo el marcador 19 a 7.
Ya era el último cuarto de tiempo regular en el Super Bowl, ambos equipos querían ganar el partido, Raiders abría el último cuarto con su ofensiva; pero no lograba agregar puntos a la pizarra, por lo que entregaron el balón a Vikingos, era la oportunidad perfecta para empezar una remontada en el marcador, pero no pudieron lograrlo ya que tuvieron una pérdida de posesión con un balón interceptado. Cuatro jugadas después de la intercepción Raiders sorprendía a su rival con otro touchdown aumentando la ventaja 26 a 7.
Los Raiders ya tenían el juego totalmente desbalanceado a su favor, no obstante, presumiendo a su defensiva, interceptaban otra vez un pase del mariscal de los Vikingos Fran Tarkenton, pero no sólo eso, pues esa intercepción fue devuelta con un pick six (Cuando la defensiva de un equipo logra anotar un touchdown) definiendo el juego 32 a 7.
Con el juego ya definido los Vikingos metían al campo a su mariscal de campo suplente Bob Lee; el cual anotaba un touchdown reduciendo la ventaja 32 a 14, pero a ese tiempo faltaban segundos para concluir el juego, el cual terminó sin más movimientos en el marcador.
Sin duda fue un juego histórico y de suma importancia para los Raiders de Oakland pues además de que fue su primer Super Bowl ganado, frente a una multitud récord de más de 81 millones de televidentes, rompieron un récord de 429 yardas por aire y otro récord de 137 yardas por tierra para su corredor Clarence Davis.

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